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jueves, 30 de septiembre de 2010

El corazón helado

Autora: Almudena Gandes. Tusquets Editores. 2009

Comparto con todos vosotros esta recomendación que me ha enviado Sonia.

Hace unos 15 minutos que he terminado de leer “El Corazón Helado”, me duelen las manos y los codos por lo aparatoso e incómodo que es leer un libro tan gordo, y me pican los ojos de todo lo que llevo llorado… pero han sido unas semanas apasionantes y todo gracias a la recomendación de una amiga.

Cuando hace unos meses, a la salida de aquella sidrería donde habíamos ido a cenar, le pedí a mi amiga que me recomendara un libro para el cumpleaños de mi hermana, alguna novela con una historia de las que enganchan y no puedes dejar de leer, estuvimos un rato barajando varios títulos mientras caminábamos hasta que se paró de repente y lo vio muy claro.

El Corazón Helado”, de Almudena Grandes –me dijo -¿Lo conoces?

Y yo me hice un rato la remolona

No sé, Almudena Grandes… no sé si a mi hermana… no sé, ¿y otro? 

Pero ya fue inútil, ya no se bajó de ahí. Su defensa de esta novela fue incondicional, me dijo que era una historia absorbente, muy dura pero emocionante y reveladora, y ya no se le ocurrió nada más para recomendarme, porque ya no había nada comparable a esto.

Luego, antes de decidirme por el regalo tanteé a mi hermana, le pregunté si había leído algo de Almudena Grandes y resultó que se había leído ya tantas cosas de ella que no recordaba con exactitud los últimos títulos, así que, para no arriesgarme a comprarle algo que ya tenía, cambié de idea, y no recuerdo bien que fue lo que terminé comprando… chaqueta… un bolso… no sé. 

El caso es que no se me olvidó aquel título, y cada vez que entraba en una librería lo veía ahí “El Corazón Helado” mirándome desde alguna de esas mesa donde ahora colocan los libros en las librerías, todos en pilas, boca a arriba, y siempre me acordaba de su defensa arrebatada y me picaba la curiosidad.

Hasta que hace unas semanas, justo antes de irnos a Málaga, Guille y yo entramos directos a la sección de libros de bolsillo, muy decididos a comprarnos la lectura veraniega, esa que nos leemos de un tirón sentados en las hamacas de la terraza del apartamento de la tía de Guille en Fuengirola, esos pobres libros que terminan con las esquinas rizadas de tanto ir de la playa a la piscina metidos en la bolsa de los bañadores. Y entonces volví a verlo allí, de nuevo, boca arriba sobre una mesa, pero esta vez en un formato más pequeño, lo que acentuaba su grosor y le daba aspecto más de caja que de libro. Lo sopesé un rato, y no es una metáfora, lo sostuve un rato en la mano valorando lo que iba a pesarme la bolsa de los bañadores, pero esta vez la curiosidad me pudo, y aún sospechando lo que me iba a doler el hombro y sin saber todavía lo incómodo que sería sujetarlo, me lo llevé.

Y esta mañana, al terminarlo, me ha dado mucha pena, me da pena no volver a saber nada más de esta historia que me ha emocionado e indignado tanto en estos días, pero sobre todo estoy muy contenta de haberle hecho caso, y entiendo perfectamente que cuando se le ocurrió este título ya no se le pudiese ocurrir ninguno más. Me alegro mucho de haberlo leído, de haber asistido a la lección que supone este libro, una lección sobre la dignidad y la valentía, sobre la importancia de la lealtad a uno mismo, a sus orígenes y a sus ideas. En esta época en la que nos ha tocado vivir, tan esplendorosa, con tantas comodidades al alcance de la mano, en la que parece que las manzanas nunca hayan caído del árbol y nos agachamos a recogerlas pensando que nacen en el suelo, sin mirar nunca para arriba, sin querer saber que lo que hay sobre ellas es un manzano y que alguna vez colgaron de él….. Esta época, en la que si no has logrado un pelotazo es porque eres tonto, o un iluso, que es mucho peor, si algo se desprecia es la ideología, hay que ser muy tonto hoy en día para tener ideas y mucho más para ser consecuente con ellas, y ni te digo para por tener conciencia y que esté tranquila. 

Y de todo eso habla esta novela, de cómo se cayeron las manzanas de los árboles, y de que aunque nosotros ya no seamos más que los nietos de aquellos que presenciaron su caída, tendremos siempre el deber de recordar que nuestros abuelos conocieron el manzano con sus manzanitas, y no olvidar jamás que aunque la injusticia, y la traición, y el engaño existen, nunca habrá escusa para justificar a quien lo tolera, y que no todo vale en esta vida. Qué va!, pero que acostarse por la noche con la conciencia tranquila es mucho más difícil y más costoso que perdonarse a uno mismo, pero también es mucho más gratificante.


Sonia


martes, 21 de septiembre de 2010

Faro de Llanes


Foto: Luisu
Nº de faro: 17
Nombre del faro: Llanes
Nº Nacional: 01640
Nº Internacional: D-1582
Situación
Latitud: 43º 25,2 N
Longitud: 04º 45,1' W
Características luz: GpOc(4)B
Periodo:(1+<2>)*3+1+<5>=15
Alcance:15mn.
Altura de la torre:8 m.
Altura plano focal:18 m.


Situado en la punta de San Antón, al sur de la ría de Llanes, sobre un acantilado cuya plataforma se encuentra a 10 m. sobre el nivel del mar, puede considerarse que está integrado en la población y originalmente fue proyectado como una simple luz local para facilitar la entrada del puerto.

Se inauguró en 1860 con un aparato de 6º orden que daba luz fija con 9 millas de alcance y estaba provisto de una lámpara de aceite de oliva.

En 1883 ya se había cambiado la lámpara por una de petróleo y el color de la luz al verde. Con el inicio de la Primera Guerra Mundial empezaron las dificultades de aprovisionamiento de petróleo ordenándose en abril de 1918, disminuir las horas de alumbrado en los faros españoles. En 1920, para paliar esta situación, se electrificó el faro.

En 1950 se reconstruyó el faro, después de un incendio en 1946, cambiándose la linterna. En 1952 se instalaron dos destelladores que darían la nueva apariencia de grupos de 4 ocultaciones y 12 millas de alcance.

En 1956 se aprobó la instalación de un radiofaro, entrando en servicio en 1959.

Por su emplazamiento, es muy combatido por las aguas que azotan la fachada y llegan a la linterna. Este fue uno de los motivos que obligaría a realizar en él reparaciones y acondicionamientos en 1921 y 1956. La última reforma data de 1961, dándose al edificio el aspecto estético de una casa más del pueblo, bastante alejado del de un faro tradicional.

   Luz del faro                                                                   Localización


Faro de Chicago

Foto: Jaime Cuesta
El faro del puerto de Chicago se construyó en 1893, aunque no donde se puede ver actualmente. La torre de 48 pies de ladrillo y acero , con una base de cemento con múltiples habitaciones, estaba originalmente situada en la boca del río Chicago. Se movió a su actual posición en 1817, a la entrada de los rompeolas, un año después de la construcción del puerto de la Armada.

Actualmente 191 faros iluminan los grandes lagos. Los guardacostas poseen 132 de ellos, de los que 108 están operativos.Con los nuevos avances tecnológicos estos faros ya no están controlados por personas. Sin embargo continúan sirviendo a los navegantes y proporcionan un recordatorio de la herencia náutica de la zona.


Localización

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Faro de Lindesnes

Foto: El Calamar
Datos de interés

Localización: Municipio Lindesnes, Vest-Agder, Noruega. 

Posición: 57° 59.0' N 07° 02.8' E
Fecha de construcción: 1655
Altura de la torre: 16 m.
Altura plano focal: 49 m.

Lindesnes constituye la punta más meridional de Noruega y siempre ha sido un punto de referencia para la navegación. Los barcos que navegaban entre Skagerrak y el Mar del Norte, se veían obligados a mantener derrotas próximas a las costas de Noruega. Estas aguas próximas a Lindesnes son de una extrema peligrosidad ya que se juntan el Mar del Norte con el Skagerrak formando fortísimas corrientes y vientos recios. De hecho, esta zona es conocida como el "cementerio de buques".

Por todo esto, es lógico que el primer faro de Noruega fuera el de Lindesnes que se inauguró en 1656. Debido al pobre alumbrado del faro (30 velas) se ordenó apagar un año más tarde. No sería encendido nuevamente hasta 1725.

En 1822 la alimentación del faro era por gas. En 1854, se instaló un aparato óptico de primer orden y una lámpara de parafina. El actual faro fue construido en 1915 y tiene un alcance de 19 millas náuticas. El faro estuvo habitado hasta 2003.

Los alemanes ocuparon el faro durante la Segunda Guerra Mundial y las fortificaciones que alzaron forman ahora parte de su historia

En 1992 se creó una fundación para preservar el faro y abrirlo a los visitantes. La responsabilidad de la gestión del faro ahora está en manos de dicha fundación: "Stiftelsen Lindesnes Fyrmuseum". El faro de Lindesnes ha sido declarado Patrimonio Nacional. 

Lindesnes fue designado como sede del Museo Nacional del Faro.



                                                                        Localización