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martes, 15 de mayo de 2012

Faro de Illa Pancha


Foto: Luisu
Ficha técnica

Emplazamiento
Nº de faro sobre costa: 32
Nº Nacional: 02725
Nº Internacional: D-1660
Latitud: 43°33'22.4"N
Longitud: 7°02'30.2"W
Torre cilíndrica blanca bandas negras

Ayuda luminosa
Altura de la torre:13 m.
Altura plano focal:28 m.
Característica GpD(3+1)B
Periodo: L 0 5 oc 2 0 L 0 5 oc 2 0 L 0 5 oc 7 0 L 0 5 oc 7 0=20
Alcance:21 Mn


Historia


El faro se encuentra en la isla que le da nombre, situada en el margen occidental de la ría de Ribadeo, flanqueándola por el noroeste.

Subastadas las obras el 31 de mayo de 1857 con un presupuesto de 47.513,86 reales, se inician los trabajos de un edificio de planta cuadrada y 127,68 m2 de superficie, en cuyo centro se levantaría una torre también cuadrada de 3,5 x 3,5 m y 6,75 m de altura rematada por una cornisa. En lo alto, un balconcillo de hierro forjado y un torreón octogonal, que soportaba la linterna hexagonal de cristales planos y elevaba el foco luminoso a 8,8 m sobre el suelo y 24 sobre el mar. Una Real Orden de 29 de noviembre de 1860 dispuesto su encendido para el 30 del mes siguiente con la apariencia de luz fija roja y 9 millas de alcance.

En 1980 se construyó un nuevo faro de más alcance situado en sus inmediaciones. Se eleva sobre una torre cilíndrica de hormigón de 3 m de diámetro y 12,70 de altura, de tipología normalizada, pintada de color blanco con dos franjas negras. Con él se pasó a una característica de grupos de 3+1 destellos y un alcance nominal de 21 millas náuticas. Entró en servicio, definitivamente, el 1 de octubre de 1983 con el foco luminoso situado a una altura de 13 m sobre el terreno y 28 m sobre el mar.

El edificio del primitivo faro se acondicionó para albergar en un anexo, dos grupos electrógenos de emergencia y una vivienda para el técnico que lo atendía. En estas obras también se suprimió el primitivo puente de madera y hierro que unía la isla con tierra, construyéndose otro de hormigón armado. La isla está comunicada con Ribadeo por ese puente y una carretera de unos 2 km que bordea la ría y entra en el pueblo.

Con la adopción del faro en 1993 por la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao, se instaló un sistema de alimentación de reserva compuesto por baterías encargadas de suministrar la corriente continua cuando falla la red eléctrica. También fue monitorizado el faro en su totalidad para ser supervisado desde el Centro de Control situado en el puerto de Ferrol.

En el año 2002 se realiza una importante actuación en la isla que contempla la mejora del entorno del faro antiguo, su rehabilitación y el acondicionamiento del nuevo faro. En el año 2004 se refuerza el puente de acceso a la isla. En el año 2006 se sustituye el equipo luminoso de reflectores por una linterna de óptica giratoria con paneles Fresnel y con cambiador de lámpara principal y otra de reserva de 70W.

En el año 2016 se moderniza el faro con un nuevo equipo que funciona sólo con energías renovables a base de paneles solares y un generador eólico, con una lámpara LED de 35W y un nuevo motor de rotación electromagnético de 2W.


        Luz del faro                                                             Localización



Fuentes: Puertos del Estado, Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao

lunes, 14 de mayo de 2012

La Jument

Situación:
Latitud      48º 25' N
Longitud:    5º 08' W
Alcance: 22 millas. 
Altura de la torre 47 m.

El 9 de enero de 1904 Charles-Eugène Patron redactó, tras sobrevivir a un naufragio, un testamento en el que dejaba 400.000 francos para la construcción de un faro. Sólo establecía dos condiciones. Una estaba claramente escrita "este faro debería alzarse sobre una roca en uno de los parajes más peligrosos del litoral atlántico, como es el de la isla de Quessant". La otra condición era que la construcción debía completarse antes de siete años, en caso contrario se perdería la donación. Patron murió en marzo del mismo año. Las autoridades de París eran reacias a edificar otro faro en aquella zona, dado que, a su juicio, la torre de Creac'h ya cubría aquella costa y el de Ar-Men acababa de finalizarse. El único tramo sin cobertura era el canal de Fromveur, que conduce directamente a Brest. La elección recayó en el escollo de La Jument, donde años antes, en febrero de 1855, se había registrado un trágico naufragio.

Foto: Jean Guichard
La Jument es un islote al suroeste de la isla de Quessant, un área de difícil acceso, fuertes corrientes y violentas marejadas. Son comunes entre los navegantes los proverbios que destacan la peligrosidad de la zona.

Los trabajos comenzaron en 1904 y pronto demostraron ser difíciles. Durante el primer año, los operarios sólo pudieron acercarse al escollo diecisiete veces, totalizando 52 horas de trabajo, debido a las condiciones desfavorables. Al año siguiente la mar fue todavía más inclemente y los hombres debieron trabajar prácticamente en el agua amenazados por las olas, pero la construcción continuó y el faro de granito, de 47 metros de altura, fue finalmente inaugurado el 5 de octubre de 1911.

Sin embargo, como los fondos se estaban agotando y había habido prisa por acabar la obra, los ingenieros no se habían dado cuenta de que bajo la roca había una cavidad, y que el islote no era suficientemente alto para escapar a las peligrosas olas que una barrera de escollos próxima lanzaba contra la base del faro.

Durante el primer gran temporal, los cinco fareros ya se dieron cuenta de que el faro no era estable y de que las olas que llegaban del suroeste se introducían en la cavidad bajo la roca y hacían temblar peligrosamente toda la construcción: los vidrios de la linterna se quebraron, el agua entró por las ventanas y el mercurio del depósito sobre el que floraban las lentes se desbordó, intoxicando a algunos hombres. Este infierno duró cinco días y cinco noches, hasta que un barco de socorro, consiguió llegar al faro y trasladar a tierra a los fareros.
Foto: Jean Guichard

En el transcurso de la posterior inspección, los ingenieros percibieron que el faro no estaba bien anclado a la roca y que se mantenía en pie sólo gracias a su peso. La situación era tan grave que en 1918 la Marina ordenó la evacuación y se llegó a plantear retirarlo del servicio.

Sin embargo prevaleció la opinión de realizar posteriores trabajos de consolidación que comenzaron inmediatamente, llevados a cabo en diferentes fases que duraron hasta 1940. Se rellenó la cueva bajo el faro y posteriormente se reforzó la base con un forro de cemento armado. También en este caso la construcción procedió lentamente y con grandes dificultades, entre los embates de las olas.
El último trabajo, el más difícil, fue el anclaje de la torre a la roca con cables de acero tensados, que aportaban una tracción de 2500 toneladas.

Foto: Jean Guichard
Charles-Eugène Patrón nunca habría imaginado a cuánto ascenderían los costes del faro que quiso legar en su testamento.

Un vez acabadas las obras, los fareros regresaron a La Jument pero el faro continuaba temblando, los vidrios de la linterna se rompían y se abrían grietas en las paredes, aunque nadie parecía darle importancia.
En 1989, un temporal más temible que los otros permitió ver el faro vacilante y cubierto por los golpes de mar, pero a pesar de todo la torre resistió.

La Jument, el más expuesto y peligroso de los faros franceses, parece surgir de la mar, con su torre hexagonal que se eleva sobre una base de piedra. Sobre la terraza se encuentra la característica linterna pintada de rojo. Desde julio de 1991 el faro es automático y se controla desde la isla de Quessant, pero sus tres destellos blancos continúan iluminando, cada 15 segundos, aquel peligroso enclave.






                                                                           Localización



Fuente consultada: FAROS del Mundo. Autora: Annamaría "Lilla" Mariotti. Ediciones Librería Universiaria de Barcelona. 2007